Localización: Pilar de la Horadada
En esta vivienda situada en la playa, se buscó mantener una atmósfera fresca y luminosa, acorde al entorno costero y a la decoración interior.
Tanto en el salón como en el dormitorio principal, donde las ventanas eran de paso, se instalaron visillos. Esta solución, además de integrarse con el estilo de la vivienda, permitió conservar la entrada de luz natural sin renunciar a la intimidad.
En la habitación de los niños se optó por venecianas de madera, que aportan calidez y un carácter acogedor al espacio. Gracias a su sistema de lamas regulables, permiten controlar la entrada de luz y, en momentos puntuales, proporcionar la privacidad necesaria, especialmente al tratarse de una estancia orientada hacia la calle.
